La atención a la salud ha experimentado en las últimas décadas importantes transformaciones derivadas de los cambios científicos, sociales y económicos que se vienen dando en las sociedades de todo el mundo, relacionadas con los procesos de globalización cultural y económica que afectan al mundo actual. Son de destacar elementos tales como las transformaciones demográficas, los movimientos migratorios, la mayor accesibilidad a los servicios, la generalización de la oferta de atención sanitaria, cuestiones todas ellas que provocan también cambios en la estructura, función y formación de los profesionales dedicados a esta atención.
La enfermería constituye una de las profesiones con más clara identidad dentro del equipo de salud, en el que su papel como prestadora de cuidados a los individuos y la comunidad se ha visto reconocida socialmente de manera universal. Desde las primeras experiencias de formación en la Inglaterra del siglo XIX, de la mano de la pionera Florence Nightingale, dispone de una formación reglada y reconocida dentro de los sistemas educativos de todos los países de nuestro entorno.
En los modernos sistemas de salud, la enfermera ocupa un lugar en el que desempeña múltiples tareas en diversos ámbitos de trabajo, desde los sofisticados servicios de atención a pacientes de alta complejidad de cuidados al seguimiento de los programas de atención a la salud de individuos, familia y comunidades. Los cuidados enfermeros, por tanto, actúan en beneficio tanto de la mejora de las personas enfermas como en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, constituyendo además un elemento de cohesión social y de atención solidaria ante los problemas de salud. Cumple también una función de gestión y coordinación de la atención sanitaria de capital importancia dentro de los esquemas de los servicios de salud, en los que actúa en diferentes niveles de gestión, desde la prestación de cuidados individualizados o colectivos hasta altos niveles de dirección hospitalaria o de áreas de salud.
Así ha sido reconocido por los organismos que orientan la prestación de cuidados de salud, como la Organización Mundial de la Salud. Igualmente, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) máximo organismo representativo de la profesión, explicita estas áreas de actuación ampliadas y apoya un papel de la enfermería como coordinadora de los cuidados y garante de la calidad de los mismos.